sutil fragancia genuina,
a semillas áureas,
y aromas a libertad.
Brindis y dulzura,
extraordinaria mujer,
mi eterna locura,
envuelta entre sedas y miel.
sin precio,
fulgurantes luces en Navidad.
Delicias talladas por el cincel de un corazón,
chocolates inmaculados que llenan de vida la morada de los Ángeles,
sonrisas que se clavan en mi alma,
miradas inocentes que ansían serenidad;
Ilusiones quebradas que renacen,
que desean la paz.
Estrellitas de Navidad,
embajadoras del reino de las hadas.
que la fuente de vuestra ilusión nunca perezca,
que la dicha os abrace
y la luz siempre os acompañe.
Juanjo Sánchez © All rights reserved
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