Bahía: La yegua que susurra a su amazona
Impaciente buscadora de historias es la verdad de los detractores de la censura.
Impaciente buscadora de historias es la verdad de los detractores de la censura.
Alocada, vivaz, oportuna y alegre, quizás heredera de la sonrisa
tailandesa, es la impetuosa amazona que a lomos de “Bahía” surca el horizonte
de su felicidad, una felicidad compartida mujer contra mujer: yegua y amazona.
De fuerte carácter derrocha sonrisas y lágrimas. Elena es la
alegría de la vida, la jaca desbocada por el sentimiento de libertad, una realidad del periodismo de investigación, cuarzo de arcoíris que busca la paz y a su
vez la intranquilidad, la noticia, las historias que destacan afectividades; es
la ternura de un encuentro, el beso al alba, las lágrimas de un recuerdo, la
luz del amanecer, el conflicto para zonas rebeldes, la descubridora de crónicas
ocultas, el referente y la exploradora que escudriña al desconcierto; es una escritora novel que desborda pasión por su trabajo y por su amiga del alma, su melliza, una inconfundible yegua nevada con nombre de refugio marino.
Elena es la misión absurda de sus contrarios, la protagonista de
una misión imposible llevada siempre a buen término. Es la fuerza motriz de una
pasión, de una forma de vivir, de un placer por descubrir; es el incendio, la
huella en el camino, la naturaleza salvaje del viajero, la marca de un lema:
“Ni una más”, el sudor del esfuerzo, las mil y una noches en el corazón del
peregrino; el blanco inmaculado de una imagen, el temperamento del
investigador, el genio del escritor, la incertidumbre del lector, la condición
del temerario que busca el mayor éxtasis posible en la consecución del hallazgo.
Elena es mercader de inquietudes, de paisajes, de fotogramas, de
históricas emociones, de reportajes con una sola firma marcada por una notable
personalidad, la de Elena
Ortega: una espeleóloga en un mar de vida, una arqueóloga de emociones, una
ciudadana alrededor del planeta y una Doctora en indagación. Titán de acero
inmerso en los entresijos de una alianza de civilizaciones, es el perfume
marino que embriaga al marinero, el aroma a las noches en el amazona y la
imagen de la esperanza de Malú,
otra defensora de la verdad.
Elena es la confidente de un mundo mejor, la conspiradora de
grandes gestas, la emoción y el cariño por la familia, el bienestar de la
alborada, el esplendor de una vida ansiosa de conocimiento, el ímpetu del
riesgo.
Elena, así se llama una nueva protagonista en “Coffee with Juanjo:
encuentros con sabor”, la protagonista de un nuevo sueño lúcido, de una nueva
entrevista que tuve el enorme placer de realizar en la Capital del Reino
Español, Madrid: su ciudad natal, este pasado verano.