domingo, 28 de junio de 2015

Mi tiempo es para aprender.

Tiempo de agradecimiento y reseñas


I. Anotaciones para navegantes


   Si la política social del proyecto cultural, de autoría de la Marca Personal “Juanjo Sánchez” de Coffee with Juanjo, - Porque todo es política-, acoge el compromiso ineludible de hacer felices a los demás para ser feliz, no voy a omitir, dentro de los límites que el inexorable correr del tiempo me permita, publicar entrevistas a cualquier persona razonable bajo su autorización. Podré conseguirlo o no, podré confundirme en la elección (soy humano) y podrán intentar engañarme, mentir sobre mi persona sin haber usado mis zapatos, ni caminado mi camino, podrán poner en entre dicho, con maldad, mi profesionalidad o buscar argucias para desestabilizar un proyecto y una forma de ser. Me dejaré o no, callaré aunque no otorge, me defenderé si lo considero necesario pero no se trata de nada de ello. No trato de hablar de engaños o sinceridades, trato de comunicar que, durante los instantes que perduren los encuentros, las emociones se abracen y entre ambos, protagonista de la entrevista y entrevistador, consigamos un ambiente óptimo para conversar con elegancia y sin reparos desde el respeto, la educación, la diplomacia y el saber estar, para con ello conseguir abrazar ambos corazones, lo seguiré haciendo.

   Después podrán nacer grandes amistades, en otras ocasiones se podrán llegar a construir una nueva familiaridad con la que se adopten, dentro de nuestras propias familias, el corazón de nuevas personas, al fin y al cabo las grandes familias se edifican gracias a los apegos y a los afectos; en otras ocasiones los caminos comenzarán a ensancharse para que, por medio de ellos, acompañemos a nuevos desconocidos y nos sintamos acompañados por grandes personas que hasta el momento desconocíamos en nuestro caminar – Nadie se cruza en nuestro camino por el azar. Llegué a leer en cierta ocasión – ; en otras ocasiones, por suerte, las caretas y los antifaces, las escamas y las corazas, perderán la adherencia sobre pieles insensible y el engaño quedará al desnudo frente a la opinión genera – Tarde o temprano todos acabamos donde debemos de estar – . Es por ello, y por no hacer distinción alguna entre los protagonistas de las entrevistas, la razón por la cual podré entrevistar a cualquier persona que considere adecuada, a pesar de que entre ellos, puedan o no congeniar.

   No me debo a nadie, sino a mi destino, a los pactos de honor, a las alianzas entre caballeros, no entre caballeros y rufianes, a los compromisos por amor o a las responsabilidades a favor de damas o señoritas; me debo y debo agradecimiento a quienes me ofrezcan confianza, sinceridad, complicidad, claridad, cercanía, apoyo incondicional, amistad, compromiso,  …

  La cultura es patrimonio de la humanidad y no socio-políticamente incorrecta o camufladas en palabras diplomáticas recubiertas de mentiras o analfabetismo, palabras dignas de jugar en beneficio de bandos contrarios. En la cultura no existen bandos sino palabras desafortunadas, pensamientos miserables, equívocos sentimientos de alabanzas, inexactos conocimientos, oscuras ignorancias, retrógrados aprendizajes, estancados púlpitos y rancias necesidades de temperamentos robustos que desean mermar las luces de otros en la convicción de que brillaran más si oscurecen el camino de quienes les acompañan en esta vida.

   Y dicho esto, he de dar las gracias a una persona que el viernes me acompañó en un encuentro peculiar, agradable y necesario, a pesar de su inicial suspicacia, no solo para conocernos sino para continuar cimentando espacios culturales y humanitarios. Una persona que acaricia con su alma la piel.

  Me van a permitir su anonimato hasta no ser publicada su entrevista.


II. Mi tiempo es para aprender

“Cuando el alma acaricia la piel las palabras se detienen, los recuerdo asoman, la miradas brillan conteniendo las lágrimas y los acordes de un tiempo pasado reescriben nuevas armonías y melodías de pasión.”
Juanjo Sánchez


    El pasado viernes, como ya he adelantado en líneas anteriores, tuve el placer de entrevistar en el Hotel Reina Cristina de Algeciras a una persona anónima enfrentada, cara a cara, con su figura pública. Una mujer de hielo nacida bajo los truenos y  los relámpagos de un martes 13 infernal, hace unas cuantas décadas; una mujer sólida como un iceberg y suave como el tacto del hielo; cálida como el amanecer y templada como Excalibur “Acero que corta”, vehemente y tentadora como los frutos del árbol de la ciencia del bien y del mal es natural como la vida misma, gladiadora y buscadora de la verdad. Una mujer con sus virtudes y defectos, con su pasado y su presente, con sus verdades y sus dudas, con sus temores y sus pensamientos, con sus lágrimas ocultas y su sonrisa llena de ilusión, con sus sueños y sus emociones, esos con los que, más allá de las críticas destructivas y los sin sabores recibidos, recuerda un pasado feliz y refuerza su carácter, su personalidad y sus dones: el carácter de una mujer acuario con ferocidad felina, la personalidad de una pantera y el carisma de un personaje público dedicado al mundo audiovisual que, con esfuerzo y constancia, lleva años brindando su vida a los medios de comunicación, a la cultura y al arte y que, a pesar del murmullo de los rumores malintencionados, que incitan hacia la apología de la enemistad, continúa en el camino de ofrecer la diferencia necesaria para encontrar opositores que refuercen el sentido de su esfuerzo.         

   La Rubia, muy pronto poco después de la entrevista a D. Francisco Martínez, director del Hotel Reina Cristina o quizás antes, quien sabe, en “Coffee with Juanjo”.
                                                    
Juanjo Sánchez ©

Sevilla, 27 de junio, 2015