Hoy, en la primera noche mágica del año iluminada de una hermosa luna llena, me emociona recordar una melodía que, como cantos de sirenas, daba paso a soñar, a vivir ilusiones, a idealizar una juventud plena y a ilusionarse por la vida. ¡Cuantos recuerdos! Aún sueño con aquellas madrugadas, en el patio de mi casa rodeado de jazmines y damas de noche, sentado en un butacón o simplemente tumbado en el suelo mirando el fondo del universo. Aún recuerdo con agitación y vértigo por el paso de los años aquella quietud de un cielo estrellado cuando comenzaban las notas de esta melodía que comparto a sonar por las ondas de radio; o cuando, paseando por la orilla de alguna playa cercana a casa, el susurro de la voz de una locutora que se me hacía familiar me transportaba a soñar con un mágico mundo de hadas, de duendes, de marineros y sirenas, de navegantes en un mar de plata esmeralda "relleno" de grandes corazones.
Mi mirada, a veces inquieta y otras enamorada de aquel reflejo de luna en un mar plateado de las noches de verano, me hacían navegar y cruzar mantos marinos, océanos y mares impasibles. ¡Qué mágicas noches pasaba escuchando el ir y venir, lento y tranquilo, de la espuma del mar cuando esta acariciaba las serenas noches de verano de la Línea de la Concepción mientras escuchaba por mis auriculares, ensimismado y absorto del resto de la realidad, estas notas musicales y el programa que le seguía! ¡Qué bálsamo era en mi juventud soñar despierto con aquellas historias, con aquellas complicidades, que bajo un manto de estrellas un "Océano Pacífico" mostraba a través de las ondas de radio el hechizo de la magia!
Juanjo Sánchez ©
6 enero, 2015 Algeciras
6 enero, 2015 Algeciras