sábado, 15 de noviembre de 2014

Juanjo Argolla&Pañuelo. Próximamente en "Coffee with Juanjo"

Siguiente entrevista no anunciada en la web, pero si adelantada hace unos días en las redes sociales, con Juanjo Cibaja más conocido como Juanjo "Argolla&Pañuelo" un pirata de los de antes, de los de ahora y de los de siempre que enfundan la espada en épocas de cruzadas y conflictos, dándole paso a la palabra, la música y el arte. Tres elementos que, junto a su corazón y a los secretos que encierra bajo su pañuelo, le concede el título de "Humano". Ello gracias a ser creyente del esplendor artístico que nos sobrecoge a los amantes del arte, sin razón alguna o con toda la magia que envuelve al Universo, cuando habla de su filosofía de vida: "El Amor".

Un pirata con argolla y pañuelo, que no pata de palo, parche y loro al hombro - aunque no le vendría mal un papagayo - es inquietante y espléndido de corazón valeroso e intrépido que navega en el corazón de su buque pirata, un buque llamado Evelyn y con D.O. de Fortaleza, Brasil. Juanjo es un pirata que roba espacio en los corazones de quienes le conocen y diestro en el manejo de sus aparejos: las cuerdas de una guitarra, su mesa de mezcla y su voz. La actividad de este pirata y, a su vez, juglar medieval en época moderna y tecnológica, combina la creatividad con la voz de su compañera, mezcolanza de componentes con los que consigue susurrar hechizos musicales.

Un ser imperfecto en el que habita, dentro del subconsciente olvidado de su memoria celular, la perfección, seduce con la inteligencia de su diamante de carne: su corazón.

Un pirata con argolla y pañuelo que custodia el mayor secreto que cualquier pirata codicia: la libertad, se desprende de lo que tiene para darlo al necesitado. Un extraterretre emocional y jamás material llamado, en este caso, Juanjo Cibaja, echa de menos los valores evaporados de antaño.

Estudioso de la sabiduría ancestral, de las buenas prácticas sociales, de la jurisprudencia y el arte en estado inmaculado está enganchado al respeto a los mayores, a las mujeres, a los niños y al mapa de sus emociones, esas a las que se aferra: sus hijos, su extranjera, sus viajes, su sapiencia, sus canciones, su música, sus lecciones, su maestría, su aprendizaje y, como no, su propia religión y creencias aquellas que le lleva a afirmar no ser menos que nadie y, mucho menos, más.

Un personaje singular que tras su imagen visual hay un abismo de sensibilidad. Esa Marca Personal creada hace años, tantos como los que dice tener 99, es la imagen de un coqueto y misterioso corsario habitante, quizás fruto de la rencarnación, en las tierras campogribraltareñas. Una tierra hermanada con su horizonte, una tierra en la que que una roca, cedida a los ingleses siglos atrás, era refugio de los piratas que atravesaban este enclave geográfico estratégico, el Estrecho de Gibraltar.

Trataré de descubrir y girar la llave que abra el baúl de sus tesoros; abordaré su corazón y veremos si conseguimos conocer quien se agazapa tras su Argolla y su Pañuelo.

En pocos días Juanjo Ciabaja algo más que un tocayo.




Juanjo Sánchez ©

15 noviembre, 2014 Algeciras